Olvidad gritos
gobernadores
hartas están
las pobres gentes
comendadores:
¡No ganan nada!
Muchas ``verdades''
todas urgentes
y muy ``profundas''
pueblo no siente
oye susurros
lee los gestos
¡ignora dueños,
gobernadores!
Más bajo y mas quedo
-no tengáis miedo-
hablad apenas
y sin coturnos
¡comendadores!
Quizá sea bueno
callar las voces
escuchar pobres
algunas veces
¡gobernadores!
Ay! ¡qué dolores
que tanto matan
tienen los pueblos!
Y están los vuestros
los vuestros propios
¡comendadores!
que suben, suben
sacan aliento
y no lo duden
ahogan dentro
¡gobernadores!
Montevideo, 1994.
Gonzalo